¿Pueden utilizar los
alumnos sus propios dispositivos en el aula?
Se me presenta esta cuestión como
un verdadero problema. Se pide que esta reflexión se ajuste a la realidad del
centro. Pues bien, mi centro prohíbe que los alumnos traigan el móvil y que
puedan usarlo. Por lo tanto lo primero que hay que hacer es un claustro que
apruebe un cambio en el reglamento del centro. Por otro lado, la red del centro
está preparada para que no se conecten los móviles a ella. Es necesario pues un
cambio de infraestructuras. Si pedimos que los alumnos traigan un portátil la
cuestión es si todos ellos disponen de uno. Hace años la junta de Andalucía
equipó a cada alumno con un portátil; si ahora preguntas a estos alumnos dónde
está su portátil y si está operativo puedes alucinar con las respuestas: “no sé
dónde está”, “tiene la pantalla rota”, etc.
También existe el problema
de la desigualdad digital, no todos los alumnos, no todas las familias tienen
la capacidad económica para disponer de un equipo. Muchos padres no pueden o no
desean que sus hijos tengan un teléfono de última generación con conexión a
internet, tampoco un portátil o tablet.
Por lo tanto creo que el principio de todo este proceso es crear un
consenso entre dirección, profesor, familias y alumnos. Todos debemos
implicarnos para conseguir este objetivo porque los problemas que se presentan
son de envergadura: ¿Quién se hace responsable de los aparatos mientras que no
se usan? ¿Necesito permiso de los padres si el alumno es menor de edad? ¿Deben
todos los aparatos tener el mismo sistema operativo? ¿Tienen todos los alumnos
la misma capacidad digital? ¿Cómo solucionamos la brecha digital entre los
alumnos? ...
La conclusión es que, por el
momento, mi centro no está preparado para realizar esta adaptación. Me remito a
mi experiencia. Durante este curso he diseñado una unidad didáctica sobre la
lectura de un libro, he creado un formulario cuyo enlace se ha puesto en mi
blog. La idea es que los alumnos lo respondan en clase a través del teléfono
móvil. Pues no ha sido posible, nos hemos encontrado con problemas de
infraestructura y de otro tipo. La solución es usar el aula de informática,
cuando esté libre¡¡¡.
Entonces ¿no podemos hacer nada?
voy a intentar ir de menos a más, trabajar con un curso pequeño donde todos los
alumnos puedan disponer de herramientas y consensuar con estos unos objetivos y
unas normas para el uso. Creo que estas deben ser pocas y muy claras:
- - Cualquier dispositivo sólo se usará con una finalidad educativa.
- - No podrán encenderse estos dispositivos hasta que el profesor no lo
autorice.
- - Cada alumno es responsable del mantenimiento y cuidado de sus dispositivos.
- - Jamás pueden usarse para insultar, denigrar o menospreciar a un compañero o
a cualquier miembro de la comunidad educativa.
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